Tal vez hayas oído que al convertirte en mamá aprendes a hacer muchísimas cosas que antes no hacías: oyes y ves absolutamente todo y haces mil cosas a la vez. La razón, comprobada científicamente, es que al tener un bebé la capacidad cerebral de la mujer mejora significativamente. ¿Cómo es esto posible?

Durante el embarazo, cuando gran parte de los recursos de la madre son destinados a que el bebé crezca, la madre pierde hasta un 7% de su masa cerebral. De ahí la pérdida de memoria que sufren a veces las embarazadas. Sin embargo, ya que nace el bebé, la materia gris no solo vuelve a la normalidad, sino que regresa con un mayor número de conexiones entre las neuronas, dando a la nueva mamá ese “sexto sentido” que todos conocemos.

Este mismo fenómeno se ha observado en ratones, donde la formación de nuevas conexiones cerebrales posparto da a las ratonas habilidades increíbles. Por ejemplo, las ratonas que son madres tardan cinco veces menos en capturar a un grillo oculto en un laberinto comparado con el tiempo que tardan las ratonas sin crías. Y además de volverse cazadoras expertas, las ratonas madre son menos propensas a sentir miedo y ansiedad bajo situaciones de estrés.

En humanos, aún no se sabe con claridad qué capacidades (o súperpoderes) adquieren las madres después de tener un hijo; sin embargo, un estudio reveló que las madres son mejores detectando emociones en los rostros; es decir, que pueden detectar cuando una persona demuestra miedo, alegría o ira.

Ahora te preguntarás ¿por qué sucede esto? La verdad es que la razón sigue siendo un misterio, aunque los científicos piensan que esta inteligencia maternal puede ser un efecto de la oxitocina, que es la hormona responsable del placer y amor que siente la madre al estar con su bebé. Sea cual sea la razón, ahora sabemos por qué las mamás parecen saber tooodo lo que te pasa sin que les digas nada. Ese es su súperpoder.

Por: Paulina Morlay para CienciaExpress

vía: AJNR y Scientific American